Gringos, niños, y una cita divina

Antriormente este mes un grupo de CC Gainseville vino a ayudar y ministrar con nosotros. Fui a predicar en las calles con ellos dos veces. La primera vez nosotros fuimos a un parque en el distrito cercano de Villa Maria. Las autoridades del parque nos permitieron predicar en un pequeño anfiteatro allí. Traje mi microfono y amplificador, y resultaron ser muy útiles. Atraimos a muchos niños que con canciones, juegos, y globos que los gringos habían traído. Despues un amigo y yo predicamos el Evangelio a ellos y a los padres y adultos allí.
Unos días despues, fuimos unas cuadras lejos de la iglesia al frente de la Universidad Ricardo Palma. Caminamos alrededor del área repartiendo folletos y conversando con personas. Nos separamos en grupos, y yo fui con Connor, uno de los floridianos. Nos acercamos a varias personas y les les predicamos el Evangelio. El estaba con muchas ganas de acercarse a desconocidos y testificarles. De hecho, él tenia más ganas para hacerlo que yo. ¡Y con buena razón--solo yo hablaba! El no podia hablar español con fluidez. Pero podia ver que él realmente queria predicar; se sentía más valiente estando en un país lejano con personas quel él nunca iba a ver mas. Y yo tuve que sufrir por ello. :)
Entonces mientras caminabamos le comenté que la mayoría de las personas aquí son reservadas cuando hablas con ellas, no son muy abiertas, no les gusta mucho la confrontación, y tienen la tendencia de estar de acuerdo contigo (a veces sólo porque quieren que te vayas). Yo le dije que estrañaba tener un "desafío"--como un evolucionista o algo así. Yo no he encontrado muchas personas que no crean en la Biblia (como la mayoría de aquí son católicos y profesan creer que es la Palabra de Dios). Bueno, caminando un poco más decidimos hablar con un joven que estaba sentado. Saqué un papel y un lapicero y use el "método de la encuesta" en él, pidiendole que conteste algunas preguntas acerca de sus creencias religiosas para un proyecto (utilizo la información para recordarlos y orar por ellos). Immediatamente me dijo que era un ateo, con ninguna religión. Guau. El Señor es maravilloso. Una oración contestada. Yo le di gracias en mi mente. "Esto tiene que ser de Ti, Señor," pensé. Yo le pregunté por qué era un ateo y me dio algunas objeciones comunes, como: "¿Cómo puede un Dios de amor permitir tanto sufrimiento y miseria?" Bueno, mientras hablamos un poco mas él nos dijo que hablaba inglés; él había vivido en Miami por 5 años. ¡Miami, Florida! ¡De todos los lugares en el mundo! Ahora sabia que esto era del Señor. Así que Connor, su deseo para poder compartir con alguien siendo concedido, comenzado a hablar con él en inglés. Razonamos con él un poco, y se transformo de un ateo a un agnóstico. Y entonces, después de tomar la Prueba de la Buena Persona, oir el Evangelio, y escucharme explicarle acerca de la realidad de la eternidad, se retrocedio completamente y admitio que hay un Dios. Yo le dije, "Tu sabes que hay un Dios". El miró al piso y concidió conmigo, pero dijo que él tenía muy poca fe. Mientras hablábamos el Señor me dio mucho amor y compasión por él. Hacia el final de la conversación él quiso saber por qué nosotros estabamos afuera allí predicandole. Explicamos que era porque lo queriamos y no deseabamos que el, ni nadie más, vaya al infierno. Hablamos un poco más y le dimos un Evangelio de Juan. El nos agradecio y nos dijo que iba a leer la Biblia. Cuando nos fuimos dimos gracias al Señor por esta cita divina.
Por favor oren por Jean Paul.