Bueno, mucho ha pasado el ultimo mes...muchas nuevas y emocionantes oportunidades para servir al Señor y glorificar Su nombre. Una de estas cosas emocionantes ha sido la oportunidad increíble de enseñar en mi iglesia. He estado enseñando un "Curso de Evangelismo" los sábados en las tardes por las ultimas tres semanas. Ha sido chévere, quedé agradablemente sorprendido con la buena concurrencia--mas o menos 16 asistentes constantes, la mayor parte de ellos siendo jovenes, con corazones hambrientos, dispuestos, y abiertos para aprender cómo compartir el Evangelio con los perdidos. En la primera semana, la clase introductoria, yo hablé del Evangelio y de lo que es, revisando Romanos 3:23-26 y los temas encontrados en ello--la depravación del hombre, justificación, propiciación, y el significado de la Cruz. La clase duró dos horas pero quisiera haber podido exponer más estos temas básicos pero profundos. Mientras enseñaba algunos me miraraban con mucho asombro, como diciendo: "¡Nunca he oído esto en mi vida!" Ellos tuvieron muchas preguntas para mí durante y después de la clase. A travez de esto, El Señor me mostró la increíble necesidad que tiene la Iglesia en el Perú de aprender y saber la doctrinas bíblicas.
Una de las cosas que enfatizé en la clase es que el Evangelio no es una verdad elemental del cual pasamos a cosas mejores y más grandes en nuestro caminar con Dios. No, el Evangelio es LA Verdad, Y nuestras vidas deben girar alrededor de ello. Necesitamos dedicar todas nuestras vidas a entender más y más la obra asombrosa de nuestro Señor Jesus en la Cruz del Calvario. Nuestras vidas y desarrollo espiritual dependen de ello.
Pero bueno, doy gracias al Señor por lo que El ha estado haciendo. En las otras semanas he estado enseñando muchas de las lecciones del libro de texto de "La Escuela de Evangelismo Bíblico" por Ray Comfort. Estos han sido igualmente una bendición para los estudiantes y para mí. Es maravilloso ver cómo Dios ha estado obrando en los corazones de mis hermanos y hermanas, dandoles el deseo y celo para predicar el Evangelio a sus amigos y seres queridos, y a los desconocidos.
Este sábado es la última clase de la primera parte del curso. Habrá, Dios mediante, muchas más partes que siguen (como hay tanto más que cubrir). Por favor oren por mí: que Dios me utilize para glorificar a Su Hijo en estas clases, y para que El me de mucha sabiduría y paciencia, y la capacidad de enseñar. Y para todos nosotros que vamos los sábados: para poder aprender cada vez más de El, para más celo y denuedo para predicar, para mantenernos unidos como hermanos, y para estar llenos de Su Espíritu Santo y amor.
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