lunes, 17 de marzo de 2008

Algunos pensamientos sobre la oración...

"Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos á sus oraciones: Pero el rostro del Señor está sobre aquellos que hacen mal."
1 Pedro 3:12

El Señor ha sido tan fiel durante estos meses pasados. El ha utilizado muchas diferentes circunstancias para mostrarme que El no sólo oye mis oraciones, ¡pero que también las contesta! Puedo confiar en El y mantenerme firme en Sus promesas. Por supuesto que ya sabia esto antes, pero todo este año ha sido una REALIDAD constante en mi vida--he visto al Señor hacer cosas sobrenaturales, y cosas aparentemente comunes, como respuestas a la oración.

(Entre la cosas "comunes", El me ha provisto una nueva cámara digital, que significa que podré poner más fotos muy pronto).

Ultimamente El me ha estado llenando con una pasión creciente por Sí mismo--para CONOCERLO más, y que mi Señor y Salvador sea exaltado y glorificado. Uno de los versiculos que El me ha estado mostrando es Filipenses 3:10:

"A fin de conocerle, y el poder de Su resurrección, y la participación de Sus padecimientos, llegando a ser semejante a El en Su muerte"

Estoy sintiendo más y más una "desesperación" santa para que Su presencia y poder sean REALES en mi vida. He estado pasando mucho más tiempo con El en la adoración, en oración, y en intercesión. Una de las cosas que El no me permite olvidarme es que lo más importante que nosotros podemos hacer como creyentes es orar. Y no solo orar, sino realmente orar: venir a Cristo, absolutamente rendido, y acercarnos a El de tal manera que llegamos a entrar a "la participación de Sus padecimientos". A sentir lo que El siente. A orar las oraciones de Su corazón. A entrar a Su santa presencia, acercandonos confiadamente a Su trono, agonizando en intercesión, luchando con El hasta que hayamos recibido la bendición. Eso es verdadera oración.

Ah, pero hay que pagar un precio muy alto para hacer tal tipo de oración, como Dios me ha mostrado. Significará que tengamos que perder comida, sueño, nuestra reputación, nuestro tiempo...nos costará todas nuestras vidas.

¿Pero podemos correr el riesgo de no hacer esto en una generación tan malvada y perversa como esta? ¿A la luz de la eternidad, qué importarán nuestras necesidades pequeñas e insignificantes? ¡Las almas están siendo condenadas al tormento eterno cada minuto; el nombre de Dios esta siendo blasfemado cada dia por los paganos; Jesus no esta recibiendo la gloria que El merece; la mayor parte de la Iglesia occidental esta cojeando; y hoy en día multitudes de la cristiandad están en peligro de ser vomitados de la boca de Cristo!

¡Hermanos y hermanas, el tiempo es urgente! ¡Necesitamos orar!

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